Historia de los Reyes Magos
El Día de los Reyes se festeja cada 6 de enero y celebra los tres santos de la religión cristiana. Esta tradición hace referencia a los hombres que, después del nacimiento de Jesús de Nazaret, vinieron desde países extranjeros, para hacerle regalos.
La Biblia los menciona en el Evangelio de Mateo, denominándolos simplemente “magos”, los nombres, el número o el título de reyes no se indican. La historia dice que los magos siguieron una estrella, que los guió hasta el lugar donde había nacido Jesús, en Belén, a quien ofrecieron oro (símbolo del reinado), incienso (símbolo de la naturaleza divina) y mirra (representando la muerte futura del niño). Se considera que venían del Oriente y que, antes de llegar a ver a Jesús, encontraron al rey Herodes de Jerusalén. El rey les pidió que le digan, a la vuelta, cuál era el lugar exacto de su nacimiento, para que el, a su turno, le adorara. En realidad lo quería matar, porque lo consideraba un usurpador.
Un ángel apareció en los sueños de los magos, advirtiéndoles del mal pensamiento de Herodes en relación con el niño Jesús. Los magos no volvieron por el mismo camino y cuando Herodes se dio cuenta que le aventajaron, ordenó la muerte de todos los niños de menos de 2 años de Belén y los alrededores. Otro ángel apareció en el sueño de José y le dijo que se fuera de la ciudad, junto con María y su hijo, ya que Herodes estaba buscando a Jesús para matarle. Gracias a las advertencias de los ángeles y a la protección que los magos le ofrecieron, Jesús sobrevivió a la matanza de los inocentes.
Considerados símbolos de las tres edades del hombre o de los tres continentes (Asia, África y Europa), los Reyes Magos que se conocen en la actualidad no son los presentados en la Biblia. Durante los siglos IV y V, se establecen el número de los regalos y de los magos en tres, para toda la cristiandad. En un mosaico de la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Italia, del siglo VI, que representa una procesión, salen tres hombres que tienen en las manos regalos para la Virgen y su niño, pintados en la parte derecha de la imagen. Encima de las cabezas de los hombres, de derecha a izquierda, se pueden leer los nombres: Gaspar, Melchor y Baltasar.
Después de la resurrección del Cristo, los tres Reyes Magos fueron bautizados y consagrados obispos. En el año 70, fueron martirizados y depositados en el mismo sarcófago, que fue llevado a Constantinopla. En el siglo XII, los restos fueron transportados a Colonia, donde en 1248 se empezó la construcción de la Catedral de Colonia, que se convirtió en uno de los centros más grandes de peregrinación, junto con Santiago de Compostela.
En la tradicional Cabalgata, que las autoridades organizan en algunas localidades de España, el día 5 de enero, las familias esperan con ansia a los Reyes, que recorren las calles con sus camellos cargados de regalos. Tras la Cabalgata, donde los personajes reparten caramelos y golosinas, los niños se acuestan temprano, no antes de dejar agua y pan para los camellos de los Reyes. La noche del 5 al 6 de enero, los magos traen regalos a los niños buenos y carbón a los malos. El día 6, que es festivo nacional, los niños disfrutan de sus obsequios y en el desayuno se sirve el Roscón de Reyes, un pastel hecho especialmente para esta ocasión.